Un grupo de soldados del Ejército Nacional, próximo a solicitar el retiro del servicio activo, aplican los conocimientos aprendidos en el SENA para llevar bienestar y desarrollo a los habitantes del barrio Antonia Santos, en Cúcuta.
Los militares están en la etapa productiva del programa técnico en Construcción de Edificaciones, del Centro de Formación para el Desarrollo Rural y Minero, de la Regional Norte de Santander. Los conocimientos adquiridos les permitieron aportar la mano de obra en algunas adecuaciones para beneficio de una comunidad religiosa.
Durante un mes, pasaron sus días entre mezcla de cemento y ladrillos para la construcción de un bordillo, escaleras y un andén alrededor de la iglesia Santa María Mazzarello, adecuaciones que facilitarán el ingreso de los feligreses.
Gladys Mantilla, directora de la comunidad Hijas de María Auxiliadora, resaltó la importante labor de los aprendices y del SENA, por la importante ayuda en esta obra que busca beneficiar a los habitantes de este sector cucuteño con las mejoras realizadas al templo.
“Esperamos que el SENA nos siga ayudando, porque verdaderamente esta gente se merece un lugar agradable para ellos. Muchas gracias a los ingenieros, a los aprendices y a los dirigentes del SENA”, dijo Mantilla.
Entre tanto, José Luis García, instructor del programa Construcción de Edificaciones, aseguró que esta labor social se cumple en la etapa productiva de los aprendices con el objetivo de beneficiar a la comunidad nortesantandereana.
Así mismo, explicó que, aunque inicialmente el proyecto contempló solo la construcción de un bordillo de 46 metros alrededor de la iglesia, gracias a las donaciones de varios feligreses se pudo construir las escaleras de 4 metros, al igual que el andén.
Carlos Arturo Contreras Monroy, director (e) de la Regional Norte de Santander, aseguró que, a través de estos proyectos, la entidad más querida por los colombianos sigue llegando a la comunidad, brindando los resultados de la excelente formación que reciben los aprendices.