Se desarrolló una jornada de pesca de cachama, mojarra y sábalo, especies piscícolas cultivadas que reciben un manejo adecuado de los aprendices.
"La piscicultura contribuye a la seguridad alimentaria, crea empleos y fomenta la inversión en tecnología e infraestructura. Es crucial que los programas de formación del SENA sigan evolucionando y se adapten a las necesidades del sector, promoviendo prácticas sostenibles que protejan el medio ambiente y aseguren una producción responsable", afirmó Luis Ángel Lozada Olaya, director (e) del SENA Caquetá.
El cultivo de estas especies se puede realizar en estanques, es rentable y se adaptan a las condiciones ambientales locales.
"La formación integral que se brinda a los aprendices es fundamental, ya que les permite adquirir las habilidades, conocimientos y destrezas necesarios para llevar a cabo prácticas adecuadas de manejo y producción, esto incluye la preparación del sistema de cultivo, calidad del agua y cosecha, así como aspectos económicos y de mercado", concluyó el instructor del SENA, Gustavo Juris Torregrosa.
Trabajar con peces de la región ayuda a promover la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos acuáticos.
Estas iniciativas proporcionan a los jóvenes oportunidades para aprender habilidades prácticas en el manejo sostenible de recursos naturales. Así no solo se fomenta el desarrollo personal y profesional, sino también el respeto y cuidado por la biodiversidad.