Durante cuatro días, la 'Casa Grande del Pacífico Colombiano' abrió sus puertas en la Unidad Deportiva Alberto Galindo de Cali, para dar a conocer sabores, música, moda, artesanías y la rica tradición de esta región del país a más de 600 mil nacionales y extranjeros.
Este evento, que cada año crece exponencialmente, se ha convertido en una ventana al mundo de las expresiones culturales de las comunidades afrodescendientes. También sirvió para que los instructores del SENA de la Escuela Gastronómica, como Fabián Castañeda y la maestra de cocina tradicional Elsis María Valencia, abordaran la importancia de preservar la biodiversidad en los territorios para garantizar la soberanía alimentaria e impulsar el emprendimiento.
Por otro lado, en los pabellones de artesanías, comida tradicional y bebidas típicas se destacaron 50 emprendedores del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). En el área de bebidas típicas, todos son productores de viche que fueron formados en la Entidad para mejorar prácticas de preparación, empaque y comercialización, así como en fortalecimiento empresarial, lo que les ha permitido conformar una asociación.
“Nos vimos en la necesidad de fortalecer nuestros emprendimientos y por eso tomamos 280 horas de clases con el SENA. Para nosotros fue un logro muy grande. Así creamos la asociación y hoy somos 20 personas que hacemos parte de ella con sus respectivos emprendimientos”, afirmó Teresa de Jesus Hurtado, Emprendedora y Presidenta de la Asociación de Embajadores Vicheros del Pacífico (ASEMVIP).
En materia gastronómica, el festival deleitó a los asistentes con exquisitos platos como camarones en salsa de coco, tollo, piangua, entre otras delicias, preparadas por cocineros y cocineras tradicionales provenientes de Chocó, Cauca, Valle y Nariño, quienes previamente certificaron sus conocimientos prácticos y teóricos con el SENA.
El viche es una bebida destilada de la caña de azúcar, considerada por las comunidades negras como afrodisíaca con el don de sanar, prevenir enfermedades y dar alegría.
“Realizamos un proceso de certificación de competencias para 200 participantes del pabellón de comidas. Diseñamos y ajustamos la metodología para aplicarla a la cocina tradicional del Pacífico, porque contábamos con personas de diferentes edades, niveles educativos y de diversos lugares. Tuvimos en cuenta el conocimiento de los productos tradicionales usados en la elaboración del plato, la forma de prepararlos y el saber ancestral, siempre tratando de salvaguardar la identidad de cada zona”, explicó Elsis María Valencia, cocinera tradicional del Pacífico, investigadora y evaluadora del proceso.
Dentro de la muestra de saberes, el SENA también compartió su experiencia y los resultados alcanzados con el proyecto de investigación que involucra a 30 mujeres piangüeras y sus familias. Con el objetivo de visibilizar el trabajo que realizan estas mujeres en su oficio y resaltar la relevancia de apoyar la mejora de su calidad de vida.
“Desde el SENA estamos convencidos que el trabajo hay que hacerlo en y con las comunidades, por lo que estamos llegando a los territorios con los servicios de la Entidad para crear con ellos un método que se adapte a sus necesidades. Ese es nuestro modelo de Atención Integral y el proyecto de intervención a las economías populares para la vida”, explicó Fernando José Muriel Andrade, director SENA Valle.
Con acciones que incluyen la formación y el trabajo con la comunidad, la Entidad contribuye a salvaguardar y promover los saberes ancestrales, apoyar el emprendimiento y fortalecer la gastronomía y las economías populares.
Las mujeres piangueras participan de un proyecto de investigación de SENNOVA que busca dignificar y mejorar la calidad de vida de ellas y sus familias.