Los nuevos guardianes comprenden la importancia de conservar este ecosistema costero, compuesto por diversas especies de árboles y arbustos que protegen las playas de la erosión causada por las mareas. Además, reconocen que las comunidades cercanas a los manglares dependen de estos ecosistemas para su subsistencia, ya que proporcionan madera, frutos, mariscos y otros recursos naturales esenciales para la alimentación, la construcción y la medicina tradicional. 

Esta iniciativa es apoyada por la Armada de Colombia, Corponariño y la Alcaldía de Tumaco dentro del proyecto Raíces 2024, Sembrando Barreras.  

“Sabemos que tenemos una tierra preciosa, rica en recursos, y es esencial aprovecharla de manera positiva, restaurando las zonas que se están perdiendo”, expresó Jennifer Paola Nuevo, aprendiz del programa impartido por el SENA. 

Como parte de las actividades, se realizaron tres jornadas simultáneas de siembra en las que se plantaron 3.500 plántulas de mangle y se recolectaron cinco toneladas de residuos sólidos, demostrando un compromiso firme con la limpieza y rehabilitación de estas áreas. Ahora, los residuos recolectados se están transformando en elementos útiles, como madera plástica. Esto resalta el enfoque integral del proyecto. 

Este proyecto sirvió para fomentar el cuidado de los ecosistemas por parte de los turistas.  

“Convocamos a los habitantes de la zona para concientizarlos y educarlos en el área ambiental, con el fin de convertirlos en promotores ambientales”, manifestó Yey Dani Angulo Marquínez, instructor del programa Conservación de Ecosistemas de Manglar. 

Es importante resaltar que, la introducción del mangle rojo estabiliza el suelo. Esto evita su erosión y ayuda a conservar la zona turística.  

Con este tipo de capacitaciones y programas, el Servicio Nacional de Aprendizaje reafirma su compromiso con el cuidado y la protección del medio ambiente.