En un rincón urbano al norte de Neiva, un proyecto apoyado por el SENA está floreciendo y transformando vidas. ‘Hurban 2023’ es una huerta comunitaria fruto del esfuerzo asociativo de varias familias que se ha convertido en un oasis de producción sostenible y solidaria.
“Entre 20 familias teníamos este sueño de crear una huerta urbana para cultivar nuestros alimentos de manera sana y sostenible debido a la necesidad que surgió durante la época del aislamiento en la pandemia” aseguró, Luz Dey Cabrera, integrante del proyecto.
Con algunos conocimientos empíricos, aportados por sus integrantes, y gracias a la asistencia técnica recibida a través del programa SENA Emprende Rural (SER), estos cultivadores urbanos lograron convertir este sueño en realidad.
Iniciaron recuperando un área abandonada de 1.800 metros cuadrados, que venía siendo utilizada como depósito de escombros, para transformarla en una huerta que no solo satisface las necesidades alimentarias de las familias involucradas, sino que también ofrece productos frescos y saludables a diversos clientes en la región.
“Actualmente tenemos gran variedad alimentos saludables y orgánicos como frutas y verduras. Hemos recibido capacitación constante del SENA y eso nos ha ayudado, no solo a mantenernos, sino a innovar y ofrecer mejores productos”, señaló Eduar Cabrera Gómez, integrante de ‘Hurban 2023’.
En la huerta se cultiva una amplia gama de productos. Desde tomates y lechugas, hasta yuca y plantas aromáticas como la albahaca y el romero.
Además, se producen huevos criollos de alta calidad, que son muy apreciados por su sabor y valor nutricional. Pero la producción no se detiene ahí; también se cultivan plantas ornamentales que embellecen los hogares y espacios públicos de Neiva y se transforman algunos productos como encurtidos de verduras, conservas, y condimentos a base de sal, como la sal con cebolla, ajo o ají.
Impacto Social y Comunitario
Más allá de la producción agrícola, este proyecto se distingue por su profundo impacto social: “hemos venido focalizando y trabajando con adultos mayores y familias que no cuentan con ningún alimento, le apostamos al trabajo social y llevarle alimentos sanos a estos grupos”, detalló Eduar Cabrera.
El éxito de esta huerta urbana evidencia que el trabajo comunitario, con el apoyo institucional, puede transformar vidas y crear un futuro sostenible.