Roger ha creado una experiencia única que lleva a los visitantes a un recorrido desde la semilla hasta la taza del cacao, mostrando todo el proceso productivo.
“A los 18 años me fui de la casa para la ciudad porque no veía nada interesante en el campo, estuve seis meses en Bogotá y la ciudad me ahogó y decidí regresar a mis raíces, vi una oportunidad en el turismo y la uní al trabajo”, manifestó Polanía.
Gracias al respaldo de Tecnoparque Extensión Rural del SENA, este emprendedor ha podido fortalecer su negocio en tres líneas estratégicas, permitiendo optimizar los procesos productivos, mejorar la experiencia del visitante y asegurar la sostenibilidad del proyecto.
“La relación con el Servicio Nacional de Aprendizaje es como un matrimonio, uno sigue ahí para siempre, recibiendo apoyo y aportes de cada una de las dependencias. En este momento estamos trabajando con Tecnoparque que se encarga de homogenizar los procesos y vincularlos con Fondo Emprender”, añadió Polanía.
Con su visión y dedicación, este joven continúa demostrando cómo los egresados de la entidad educativa pueden liderar proyectos que impactan positivamente a sus comunidades, destacando la importancia de la formación técnica y el emprendimiento en el desarrollo de los territorios.