En el año 1963, Julio finalizó sus estudios y hoy a sus 81 años, conserva con gran alegría los recuerdos de su paso por la entidad más querida por los colombianos.
Zabaleta desarrolló su etapa productiva en una empresa automovilística con sede en Cartagena, donde afianzó sus conocimientos técnicos y enfrentó múltiples desafíos. Muchos de sus compañeros, trabajadores empíricos, solían llamarlo "mecánico de libros" debido a su costumbre de aplicar los conceptos que aprendió en el SENA.
"Estudiar en el Servicio Nacional de Aaprendizaje es una oportunidad que no se puede desaprovechar, lo que uno aprende sirve para el resto de la vida. Por lo menos yo, con estos 81 años me siento orgulloso. A los jóvenes les digo que aprovechen esta institución porque pueden formarse de manera gratuita", expresó Julio Abel.
Hace un poco más de 60 años, 12 aprendices iniciaron su formación en el Centro para la Industria Petroquímica, de los cuales ocho lograron certificarse como Mecánicos Automotrices. Actualmente este centro continúa ofertando este programa. Los interesados no requieren ser bachilleres, es suficiente con haber cursado hasta noveno grado.
"El egresado de la primera promoción demuestra el compromiso que tiene el SENA en formar colombianos que generen desarrollo, no solamente profesional y personal sino también dentro de sus territorios y su país", afirmó Norma Morales, coordinadora de Formación de la Regional Bolívar.
Actualmente, Zabaleta forma parte del equipo de un taller familiar en el municipio de Turbaco, donde realiza funciones de supervisión. Su hijo, Javier, siguió sus pasos en el mundo automotriz y hoy es Ingeniero Mecánico, liderando y prestando sus servicios en el barrio Santa Catalina.