Esta mujer empezó vendiendo entre 40 y 50 barquillos a la semana. Pero su esposo un día, la motivó a producir 100 y salir de tienda en tienda, a ofrecerlos, incluso, a los transeúntes de las calles que recorrían.
El producto comestible tuvo una excelente acogida y con el paso del tiempo han aumentado la producción a 1300 barquillos los cuales se venden en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
“La feria Sembradores de Paz me ha brindado la oportunidad de dar a conocer mis productos, pero también nos ha permitido sostener a nuestra familia. En una feria puedo vender hasta 700 mil pesos”, comentó Luz Adriana.
Es importante resaltar que, este escenario organizado por el Servicio Nacional de Aprendizaje tiene como objetivo apoyar los emprendimientos de la población victima de la violencia para que puedan comercializarlos en espacios donde cada persona o asociación tiene su propio estand.
“Cuando empecé a vender y llegué a 1000 barquillos, me iba a volver loca sin saber cómo manejar toda la cuestión y ahí busqué al SENA para que me ayudaran, y la verdad fue la mejor decisión que pude haber tomado. Le doy gracias a esta entidad, la llevo en el corazón”, agregó la beneficiada.
Pronto, la mujer participará en las convocatorias que realiza el Fondo Emprender de la misma institución para poder llevar su empresa a un nivel superior.