Cinco aprendices de la Tecnoacademia Fija de Túquerres que, a la vez, culminan sus estudios en la IE Francisco de Paula Santander del municipio de Ospina y el Instituto Teresiano de Túquerres, fusionan la ciencia, la innovación y la moda ambiental a través de Artescopio. El emprendimiento se dedica a la confección de prendas de vestir para fomentar la importancia de los insectos en el equilibrio de los ecosistemas.
“La experiencia que llevo adquiriendo a lo largo del desarrollo del proyecto ArteScopio ha sido bastante significativa. Gracias al proyecto me siento muy motivada y con buenas bases para tener mi propia empresa, que se relaciona a lo que quiero estudiar”, expresó Sharay Tulcán Oquendo Semillista de Tecnoacademia Fija de Túquerres.
Esta iniciativa tiene como objetivo destacar la importancia de los insectos en los ecosistemas. A través de la confección de chaquetas, blusas y camisetas se presentan microfotografías de insectos tomadas por los niños utilizando microscopios estereoscópicos. Cada prenda está impresa con una de estas imágenes y cuenta con un código QR que se enlaza a un contenido enciclopédico digital, permitiendo a los interesados profundizar en el conocimiento sobre el rol crucial de los insectos.
“Este emprendimiento nació hace tres años, y desde entonces enseñamos a los chicos el uso de los microscopios ópticos y estereoscópicos. Gracias a él, hemos participado en el Concurso Nacional Ciencia más Arte del Mundo Pequeño, tomando microfotografías de muestras biológicas microscópicas.” mencionó Vanessa Pabón, facilitadora de Biotecnología y líder del Semillero de Investigación Ciencia para la Vida de la Tecnoacademia Fija de Túquerres.
Los insectos fueron donados por la colección de Entomología del programa de Biología de la Universidad de Nariño. Estos ejemplares han sido recolectados bajo los permisos que posee la universidad para desarrollar procesos formativos e investigativos.
El Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) continúa estableciendo un nuevo estándar en la intersección de la moda, la biotecnología y la educación ambiental con un proyecto innovador. La Tecnoacademia acompaña a niños en el desarrollo de investigaciones que posibiliten emprendimientos y generen empresa en la región.
Las aprendices Nicol Chipu y Sharay Tulcán junto a su instructora Vanessa Pabón, (centro).