La estadounidense de padres hondureños Natalia Olson-Urtecho es considerada una gran especialista mundial en temas de emprendimiento e innovación. Durante la administración del ex presidente Barack Obama, ella estuvo al frente del Departamento Regional de Pequeños Negocios de Estados Unidos y fue responsable del desarrollo de políticas y programas de apoyo a países de Latinoamérica.
Precisamente, fue durante el gobierno de Obama, en 2017, que el SENA celebró una alianza con la Universidad de Texas en San Antonio para la darle vida a los 117 Centros de Desarrollo de Pequeñas Empresas (SBDC, por sus siglas en Inglés) que hoy funcionan a lo largo del país, con el objetivo de dinamizar el emprendimiento, fortalecer el desarrollo empresarial, generar ingresos y proveer a más colombianos de empleos formales y decentes.
Con esta experta hablamos sobre temas de emprendimiento, innovación e industrias creativas.
P.: Se le nota mucha emoción cuando escucha hablar del SENA, ¿a qué se debe?
N.O.: Si es verdad. Me da mucha alegría porque para mí uno de los programas más importantes durante mi paso por el Departamento de Pequeños Negocios de Estados Unidos fueron los SDBC y creo que Colombia es un ejemplo increíble en su implementación desde el SENA. En todo el país operan 117 y los números que hemos visto son realmente impresionantes.
P.: Usted afirma que el emprendimiento está en el ADN de los estadounidenses, ¿qué pasa en el caso de los colombianos?
N.O.: Creo que ocurre algo similar. Aquí uno ve puestos de ventas en todas partes, desde café hasta tecnologías. Los autónomos siempre han sido fuertes. Pero lo importante es cómo tomar su espíritu y cómo equiparlos a ellos para poder crecer, para que no sean sólo autónomos.
P.: Para una experta como usted, ¿Cómo poder ayudarlos a crecer?
N.O.: La mejor ayuda para el emprendedor es contar con un ecosistema de asistencia. Ayudarle a comenzar su empresa, a conseguir financiamiento, a formalizarla y a acercarse a programas o entes del gobierno o del sector privado que le puedan ayudar. En esto Estados Unidos es un buen ejemplo que sería bueno replicar.
P.: Y en una zona como Latinoamérica, ¿qué más se podría hacer para apoyar al emprendedor?
N.O.: Bueno, pienso que podría haber más financiamiento, préstamos a un bajo interés y becas para capacitación. Pero también los gobiernos deberían darles a los pequeños negocios la oportunidad de contratar con ellos, por ejemplo, diciendo que el 20% de lo que se contrate sea con este tipo de empresas, para que todo no quede sólo en las grandes compañías.
P.: ¿Cómo podríamos incentivar el desarrollo de industrias creativas en el país?
N.O.: Tiene que haber mucho apoyo privado y se deben crear fundaciones para fomentarlas. Porque los negocios grandes deben darle oportunidad a la gente, sobre todo a los niños, para que piensen creativamente. Algo importante sería, por ejemplo, añadir el arte a lo que es la educación en tecnologías, ingenierías, ciencias y matemáticas...
P.: ¿Si es posible hacer eso?
N.O.: Yo lo he visto ya, y bastante, en zonas de Estados Unidos. El arte, algo tan sencillo, es muy importante por ejemplo para hacer todas las aplicaciones y los diseños. El cómo programamos, codificamos y diseñamos tienen mucho que ver con arte y creatividad.
P.: El camino entonces es conjugar la educación con la creatividad e innovación…
N.O.: Definitivamente. La innovación debe estar presente en todas las empresas y emprendimientos y para logarlo es necesario invertir en la educación, tal y como lo hicieron los países asiáticos.