Con sus 84 años y apoyada en un bastón, doña María Eduviter López sintió que renacía al recibir la Certificación de Competencias Laborales que le entregó el SENA, en el auditorio del Centro Administrativo Departamental de Cartago, Valle del Cauca.
“Imagínese, que felicidad tan grande tener este reconocimiento después de hacer bordados toda una vida. Yo digo con orgullo que les di estudio a mis diez hijos con el tejido y el calado. Pero ahora siento como un renacer porque sé que la gente va a darle más valor a este oficio”, expresó la artesana el terminar la ceremonia. “Ya nos sentimos más firmes y respaldadas gracias al SENA”, concluyó.
Por primera vez en Cartago y el Norte del Valle, tierra de tradición del bordado, 132 artesanas y artesanos de este oficio recibieron por parte del Centro de Tecnologías Agroindustriales, CTA, una Certificación de Competencias Labores que avala su experiencia y el trabajo de años, abriéndoles las puertas a nuevas oportunidades de vida y mejores opciones laborales.
Así lo reconoció Carlos Augusto Arango Blandón, de 47 años y uno de los tres bordadores que hicieron parte del grupo certificado. “En mi tierra, Ansermanuevo, no hay muchas fuentes de trabajo y la mayoría de familias se dedican a los bordados. Esta certificación me servirá para poder ejercer con todas las de la ley como instructor en el Huila, donde tengo una oportunidad”, explicó.
Las 132 personas certificadas pasaron con éxito pruebas adelantadas durante un mes, de acuerdo con la Norma Adornar Productos con Técnicas de Bordado.
Ante el auditorio congregado para la ceremonia de certificación, el Subdirector del CTA, Gerardo Augusto Castro Muñoz, recalcó que “Para el Gobierno Nacional hay tres apuestas fundamentales, por la Equidad, la Legalidad y el Emprendimiento, lo cual se expresa bien en esta certificación con fuerte impacto en la región, pues les permitirá a sus beneficiarios tener mejores opciones laborales, elevar su calidad de vida y facilitar las posibilidades de acceder a capital semilla para darle vida a sus sueños de empresarios innovadores, en sintonía con la Economía Naranja”.
Personas de la tercera edad y jóvenes hicieron parte de este primer grupo certificado, al cual seguirá otro de 35 artesanos, que ya adelanta el mismo proceso.