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  • Inclusión Social

    Un Aprendiz sordo sueña con romper barreras

    Ibagué (Tolima)
    viernes, 25 de octubre de 2019
    Ángel Alberto García hace parte de las 716 personas discapacitadas que han recibido formación titulada y complementaria en lo corrido de 2019 en el SENA Tolima.
    Un Aprendiz sordo sueña con romper barreras
    Ángel planea ir a la universidad y encontrar un trabajo estable que le permita ahorrar para adquirir su propia vivienda.

    ​Ángel es sordo de nacimiento, su infancia transcurrió en el barrio Nueva Castilla, al norte de la capital tolimense. En esa época la zona no contaba con colegios incluyentes, lo que impulsó a su familia a matricularlo en el INSOR, donde cursó la básica primaria y conoció la cultura sorda. 

    Algunos años de secundaria los hizo en el colegio Niño Jesús de Praga, allí conoció por primera vez la figura de un intérprete; se graduó de bachiller en la institución educativa Simón Bolívar, donde cumplió la primera meta trazada para su vida. 

    Acerca de su condición, Ángel argumenta sin titubear, “El concepto de persona discapacitada no encaja en nosotros los sordos, no tenemos problemas cognitivos o dificultades de movilidad, estamos casi en igualdad de condiciones a los oyentes, la diferencia es que ellos se comunican gracias al oído y nosotros visual y corporalmente. Es un idioma diferente”

    De su etapa escolar recuerda que la interacción con algunos de sus compañeros oyentes estuvo marcada por la hostilidad, la comunicación fue una gran barrera que poco a poco supo sortear.

    “No sentían afinidad con las personas sordas, no nos trataban bien, los intérpretes tenían que estar apoyándonos a los sordos para que respetaran nuestra lengua de señas, que es nuestro medio de comunicación”, rememora Ángel con cierto sinsabor. 

    A la par de su formación académica, en sus primeros años de vida tuvo que sobreponerse a otras dificultades familiares. Es huérfano de madre, ella murió cuando él era tan sólo un bebé; anhela que su padre aprenda lengua de señas para mejorar su comunicación y así suplir esta falencia que ha desmejorado su relación. 

    A sus quince años, Ángel ya había pasado por oficios del sector agrícola en la zona rural de Ibagué; incursionó en las ventas comercializando sopas de letras sin mucho éxito; sin embargo, estas salidas en falso él las toma como pruebas que lo han impulsado a ser más fuerte. 

    “Yo no pienso en esas etapas difíciles de mi vida, sí me hace mucha falta mi mamá y pienso que soy una persona necesitada de afecto, pero decido no enfocarme cosas negativas de mi pasado”, expresa con firme convicción. 

    El deseo de superación siempre ha estado en su mente. Ingresó al SENA Tolima para formarse como Tecnólogo en Gestión Documental, con la firme intención de tener una mejor calidad de vida. Desea en un futuro no muy lejano contar con un trabajo estable en una empresa que valore su labor archivística; y sabe que de la mano del SENA esas puertas se le pueden abrir. 

    “Para mí es muy importante esta oportunidad que tengo de aprender un oficio, de adquirir conocimientos en un buen proceso de aprendizaje”

    Con sus compañeros de formación mantiene una comunicación constante, puesto que poco a poco ellos se han ido preocupando por aprender la lengua de señas. Él afirma que el mayor de sus pasatiempos es compartir con otras personas. 

    Paula Andrea Sánchez, aprendiz compañera de Ángel, expresa: “Es una de las personas más alegres que conozco, constantemente se preocupa por hacer reír a los demás, así esté pasando por la peor situación siempre está enseñando una sonrisa. Cuando entró al SENA quisimos ayudarle para comprar el uniforme, y él dijo ¡no, voy a trabajar y me lo compro yo mismo!”

    El SENA Regional Tolima brinda formación incluyente a las personas con discapacidad. En el caso de las personas sordas, cuentan con siete intérpretes que les sirven como mediadores comunicativos en su proceso formativo.


    Emilce Chaparro/GM.
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