A través del proceso de Normalización de Competencias Laborales, que lidera el Sistema Nacional de Formación para el Trabajo del SENA, se definen los parámetros de calidad del desempeño de los trabajadores en sus ocupaciones según las necesidades del sector productivo.

Este proceso es participativo ya que en el diseño y elaboración de las Normas Sectoriales de Competencia Laboral se evidencia el trabajo de los expertos técnicos que representan a los sectores productivo, gubernamental y académico.

"Gracias al trabajo de estos expertos, durante el 2020 se ha logrado aprobar por el Consejo Directivo Nacional del SENA 146 Normas Sectoriales de Competencia Laboral (NSCL) y 94 Estructuras Funcionales de Ocupación (EFO), entre las cuales se resaltan las ocupaciones como restauradores y curadores, avaladas por el Consejo de la Mesa Sectorial de Patrimonio Cultural", dijo William Orozco Daza, director del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo.

El directivo también precisó que "se destaca el aporte del sector agrícola con cuatro ocupaciones y el sector salud, con el de regente de farmacia que es un gran aporte para nuestro país teniendo en cuenta la emergencia sanitaria por COVID 19".

La normalización se realiza a través de la caracterización de diferentes sectores para la identificación y descripción de funciones, la definición de perfiles ocupacionales y la determinación de resultados; cadena que finaliza con la aprobación por parte del Consejo Directivo Nacional del SENA para que la norma sea incluida entre las ocupaciones a certificar.

Los expertos técnicos y organizaciones que participan en el diseño de estas Normas Sectoriales de Competencia Laboral, aunque no reciben ningún tipo de recompensa económica por esta labor, obtienen grandes beneficios entre los que se destacan: constancia de participación en comités técnicos de normalización y elaboración de productos; reconocimiento social y laboral, por cuanto su nombre y su cargo en la organización a la que representa queda registrado en cada producto en los que participaron; y cupos para recibir transferencia de conocimiento a través del programa de Formación Continua Especializada del SENA.

Por su parte, las empresas reciben el agradecimiento y reconocimiento de los empresarios por su participación en la elaboración de productos de normalización; reconocimiento social, por cuanto queda registrado el nombre de la organización en los productos en los que la empresa facilitó al experto técnico; y puntos en la convocatoria de Formación Continua Especializada por estar vinculados a Mesas Sectoriales o aportar expertos técnicos para la elaboración, actualización y validación técnica.

Cabe mencionar que las Normas Sectoriales de Competencia Laboral no solo se aplican para la certificación de conocimientos empíricos o de un oficio específico, sino que también son insumos para la elaboración y actualización de programas de formación profesional no solo del SENA, sino de entidades de formación para el trabajo y el desarrollo humano del país, pues las normas dan las pautas para que la educación sea pertinente y de calidad.

Los productos apuntan a crear criterios mínimos para el desempeño de las funciones, reflejando la realidad del sector productivo y convirtiéndose en referentes pertinentes para la toma de decisiones en la formación y el mercado laboral.