Con el objetivo de brindar formación pertinente a la población víctima y vulnerable del Quindío, el SENA acordó con la Asociación de Desplazados de Circasia, Asodecir una formación complementaria que les permita fortalecer su proyecto productivo y mejorar sus ingresos.
Según María Del Rocío Ibarra representante legal de Asodecir, la concertación con el SENA a través del programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable, sobre las formaciones que recibirá su asociación durante el año, les permitirá aumentar sus conocimientos, toda vez que la mayoría son empíricos.
"Estamos muy agradecidos con el SENA por ayudarnos además a fortalecer nuestro proyecto productivo consistente en un vivero denominado creando vida verde el cual nació con la intención de ayudar a las mujeres de esta población para que trabajaran desde su casa", aseguró María Del Rocío.
Una de las primeras capacitaciones que recibirán los integrantes de la Asociación será la de viveros con la cual buscan alcanzar las herramientas necesarias para fortalecer su iniciativa y así mejorar sus ingresos.
"Esta capacitación en manejo integral de viveros aumentará los niveles de conocimiento en cuanto a reproducción vegetal, preparación de fertilizantes, insecticidas y fungicidas con materias primas que se encuentren en el vivero. Al finalizar cada mujer estará en la capacidad de manejar el vivero de forma integral" aseguró Edith Perdomo Castañeda, enlace del programa de Atención a Población Víctima y Vulnerable de la regional Quindío.
De igual manera Perdomo Castañeda precisó que con esta formación se impacta de manera directa a 30 familias que hacen parte de Asodecir.
Finalmente, María Del Rocío reconoció que uno de los aspectos fundamentales en la reparación de las víctimas es la formación, "porque gracias a ella pueden desarrollar sus competencias y llevar a cabo un proyecto de vida; por eso es de gran importancia contar con el SENA".
Cabe recordar que las poblaciones vulnerables son sujetos de especial protección por parte del Estado y están constituidas por aquellas personas que, debido a su condición física, psicológica, social, cultural, política o económica, merecen una acción positiva estatal para efectos de lograr una igualdad real y efectiva.