En medio de la adversidad y de las duras circunstancias que implica vivir en la Costa Pacífica Nariñense, Luz Esther Arboleda, beneficiaria del Fondo Emprender SENA, logró después de varios años de persistencia el apoyo para constituir su microempresa de confecciones.
Según esta mujer afrodescendiente, pese al desplazamiento, la violencia, y los avatares de la naturaleza, el SENA siempre ha estado presente, "Desde muy joven empecé con los cursos de bordado y pintura en tela ahí fue donde descubrí que me gustaba y que este, era el lugar donde podía aprender", cuenta Luz Esther.
Así transcurrió su juventud, entre los continuos destierros, de su lugar de origen a causa de la naturaleza y la violencia, hasta retomar su formación en Tumaco, lugar donde conoció el Fondo Emprender y donde busco la estabilidad y la tranquilidad.
"Luego, cuando yo tenía ya mis tres hijos, empecé a organizar mi propio taller, pero todo se acabó cuando colocaron una bomba a lado de donde vivía… Nos tocó otra vez salir, perdimos las máquinas, perdimos todo".
Enfrentando la profunda depresión por los continuos azotes que le daba la vida, y luego de probar suerte en Cali, Luz Esther regresó a Tumaco, donde una vez más decide acudir al SENA y al Fondo Emprender. "La psicóloga me dijo: si te gusta la costura vuelve a intentarlo, esa misma noche le dije Dios te entrego este proyecto. Con todo ese ánimo, fui nuevamente a decirles que me postulaba".
Fue así como finalmente, Luz Esther encontró la respuesta a sus plegarias y el bálsamo a todos sus sufrimientos. Su proyecto fue aprobado y monto la empresa familiar que hoy en día le da sustento y le permite ayudar a otras mujeres.
"Constituí, Confecciones Eilyn con un apoyo de $80 millones de pesos, somos seis personas las que trabajamos aquí incluyendo a mi hija y otras 4 jóvenes mujeres. Estoy súper agradecida. primero con Dios y luego con los gestores que creyeron en mí porque el Fondo Emprender es una familia que da abrigo a quien llega a sus puertas a buscarlo", concluyó Luz Esther Arboleda.