'Emprendimiento de derivados lácteos' es el nombre del programa en el que se formaron Denis Esther de la Rosa y sus colaboradores en su finca, en el municipio de Mosquera (Cundinamarca) quienes ya producían cuajada y queso. Pero luego de recibir formación en la Entidad, empezaron a preparar arequipe, choco-arequipe, sabajón, crema de wiski, postres y yogurt de distintos sabores. La formación fue impartida por dos instructores del programa SENA Emprende Rural (SER).
"El programa SER es uno de los procesos más bonitos que tiene el SENA porque los aprendices cuentan con dos instructores, uno que le enseña el hacer, el procesar y la adecuada manipulación de los alimentos, para el caso de la unidad productiva La Gabriela. Y, el otro, que es de emprendimiento, capacita a los beneficiarios en temas como el plan de negocios y mercadeo, controles que se deben hacer en las unidades productivas, costos y financiamiento y manejo de materias primas. El objetivo es que las personas le pierdan el miedo a emprender e inicien con su idea de negocio", afirma Martha Isabel Nieto, instructora SER.
El resultado de los derivados lácteos corresponde a una serie de procesos artesanales que adelantan dentro de la misma finca: primero ordeñan manualmente, cuelan la leche, se pasteriza y se distribuye para la preparación de cada producto. "Actualmente, estamos preparando yogures de feijoa, piña, frutos rojos, mango, lulo y maracuyá, los cueles son naturales y sin aditivos. Todo esto es gracias al SENA, a quien le agradezco inmensamente porque es una Entidad que no se fija en clases sociales, si somos del campo o de la ciudad", mencionó Diana Milena Contreras Méndez, aprendiz del programa SER.
"Yo soy una convencida de que lo más importante para cualquier emprendedor es querer lo que se hace. En La Gabriela las personas lo quieren hacer, les gusta hacerlo y por eso están dispuestas a sacrificar tiempo porque emprender no es fácil, se requiere investigar para no quedarse con lo básico", explica la instructora Nieto.
Y agrega: "Desde el programa SER queremos que el campo deje de ser el niño feo de la economía, cuando se dice que allí no se gana, y la verdad es que haciendo las cosas bien, con empeño, disciplina y esfuerzo, las cosas se logran con una buena rentabilidad".
Denys, Diana y su esposo, ahora socios del proyecto, venden los productos dentro de la misma finca, pero su objetivo es abrir nuevos espacios para comercializar de forma masiva tanto en la provincia del Guavio como en ciudades vecinas.