Jeisson Fernando Ardila es aprendiz del Técnico en Sistemas del Centro de Servicios y Gestión Empresarial de la Regional Antioquia. Cuando tenía 5 años sufrió un accidente y, con el pasar del tiempo, descubrieron que su habla se había desconectado del cerebro a causa de este hecho. Con 40 años ha vivido sin su capacidad del habla, pero se desarrolla con normalidad dentro de un mundo globalizado y gracias a una Entidad que le brinda oportunidades.

Fernando utiliza señas, sonidos y todo lo que está a su alcance para comunicarse con sus compañeros de etapa práctica en la Unidad de Servicios Tecnológicos de este Centro de Formación. Durante este tiempo productivo, ha desarrollado un portal web y una plantilla de E-commerce para los clientes de la Unidad, teniendo un desarrollo técnico que resalta entre sus compañeros.

"Cuando Fernando llegó fue un reto para todos, pero fue una sorpresa al ver que él no siente ninguna discapacidad, ha sido un aprendiz ejemplar, en habilidades blandas como la puntualidad, respeto, integración demostrando felicidad siempre. Y técnicamente siempre da más de lo esperado para su nivel de formación", manifestó Lina maría Jaramillo, responsable de la unidad de Servicios Tecnológicos.

Fernando ha demostrado tener unas capacidades técnicas que le han servido para ser un ejemplo para su compañeros y empresarios que conocen el trabajo de esta unidad. Además, ha desarrollado lazos de amistad muy importantes para su formación integral.

"A mí siempre me ha gustado estudiar y mi madre me inculco que no debo desfallecer y siempre mirar hacia adelante. Ya estudié técnico en Panadería, técnico en venta de productos y ahora estoy haciendo mi práctica del programa técnico en sistemas, proyectándome profesionalmente", nos contó por medio de notas Fernando.

Agregó que "para mí el SENA es un espacio de muchas oportunidades, es el lugar donde siempre podrás estudiar y cumplir tus sueños, salir adelante sin importar la edad, si tienes o no una discapacidad".

Con sus compañeros nunca ha tenido problemas de comunicación y la socialización lo ha llevado a construir amistades como con Rodrigo Ramírez, practicante de Programación de Software. "Fernando no parece que tuviera ninguna limitación. Yo sostengo conversaciones con el sin tener la necesidad de saber lenguaje de señas, siempre se hace entender, echamos chistes, nos ponemos al día, el no necesita hablar", dijo Ricardo.

Sus familiares están igualmente agradecidos, porque desde que comenzó a desarrollar su etapa productiva, esta mas feliz, se siente útil, y eso lo demuestra con sus trabajos y lo proyecta a tener mejores relaciones con sus compañeros, sintiendo esta unidad como su "segundo hogar", como el mismo lo manifiesta, reflejando siempre felicidad y ánimos para trabajar.

Esta oportunidad que tiene Fernando, la pueden tener todas las personas que presenten alguna discapacidad dentro del SENA, con programas y atención especial, para impulsarlos a mejorar sus condiciones de vida, e incluirlos en un mundo laboral activo sin importar las limitaciones.

"Muchas gracias SENA, Siempre te llevare en mi corazón", concluyó Fernando con una sonrisa en su rostro.