​Una suculenta mesa servida con manjares autóctonos como los tamales de pepepán, el jugo de cidra, la salsa de cebolla larga y el coctel de biche aderezado con una mezcla de chontaduro y azúcar, sazonó la presentación de una investigación del SENA para el rescate de la cocina tradicional de Cali y el Valle del Cauca.

Se trata de una iniciativa de la Escuela de la Cultura Gastronómica del SENA y su semillero de investigación de aprendices del Centro de Gestión y Tecnológico de Servicios (CGTS) de Cali, quienes buscan que las preparaciones, sabores y olores de la cocina ancestral de la región no termine de consumirse en el fuego del olvido y, más bien, sea apropiada por los jóvenes vallecaucanos y colombianos en general.

"La identidad de la cultura gastronómica colombiana ha sido afectada por el paso del tiempo y la influencia de nuevas tendencias. Este proyecto va más allá de simplemente rescatar recetas olvidadas, pues busca salvaguardar la esencia misma de nuestra cultura a través de la gastronomía, elemento vital de nuestra identidad nacional", manifiesta Fabián Castañeda, instructor de la Escuela Gastronómica.

Este ejercicio académico se realizó el 19 de marzo en la Escuela Gastronómica, donde se presentaron emocionantes iniciativas destinadas a rescatar y poner en valor los productos y recetas culinarias que han sido relegados en el tiempo, pero que son esenciales para la rica herencia gastronómica de Colombia y la soberanía alimentaria de los territorios.

Este proyecto no solo busca rescatar recetas olvidadas, sino también salvaguardar la esencia de nuestra cultura a través de la gastronomía.

"Es momento de volver a nuestras raíces culinarias, de reencontrarnos con los sabores que nos identifican como colombianos. Es un llamado a la acción para preservar y celebrar la diversidad y riqueza de nuestra gastronomía vallecaucana y, a través de ejercicios académicos como este, transmitir todo ese conocimiento", expresó el director regional, Fernando José Muriel Andrade.

Colombia, siendo un país tan diverso, cuenta con una vasta y rica historia que se refleja en la diversidad de sus platos regionales. Este es solo el primer paso hacia la revalorización de nuestra herencia culinaria, un viaje que nos invita a redescubrir y celebrar la autenticidad de nuestros sabores autóctonos.