Los rostros felices de unos jóvenes que
no se cambian por nadie. Ese fue el mejor retrato de una catarsis
colectiva que significó para 22 aprendices de la Regional Valle
hacer su presentación en sociedad con un nutrido conjunto de obras
fotográficas de su propia autoría.
El escenario fue la
Fundación Casa Mono, cuyas salas se colmaron con la muestra cultural
y creativa de aprendices de la
Tecnología en Fotografía y Procesos Digitales del Centro de Diseño
Tecnológico Industrial (CDTI), quienes plasmaron allí el fruto de
un puñado de sueños forjados con talento, pasión y, sobre todo,
valentía.
“Confieso
que todos teníamos temor de que
nuestro trabajo no fuera visto o que no fuera apreciado. Pero estoy
muy agradecida por su receptividad. Ustedes nos hacen sentir como
profesionales”, dijo la aprendiz
Geidy Muñoz, ante los presentes en la apertura de la actividad.
“No
paren de seguir escribiendo con
luz; escriban su propia historia, salgan de su zona de confort y
avancen venciendo el miedo, porque las experiencias más
enriquecedoras están al atravesar ese miedo”,
replicó, a su vez, el instructor Jhonier
Santibáñez, quien dirigió la acción.
Los
22 aprendices cerraron su etapa lectiva de formación con la muestra
de fotografía. Ahora continuarán, durante seis meses, en la fase
productiva o “práctica”.
Durante tres días
estuvo abierta al público ‘Expo Catarsis’, la rica exposición
fotográfica que los aprendices del CDTI presentaron ante los caleños
y vallecaucanos.
Retratos,
fotos arquitectónicas, deportivas, de animales, productos e
historias;
la ciudad, las mujeres y los hombres: las imágenes se conjugaron en
los recuadros a blanco y negro o de colores colgados para la
exhibición, que contó con la presencia de los padres de los jóvenes
durante la inauguración.
“En
cada foto hay una historia por contar; cada uno se apropió de su
obra, evidenciando la creatividad, disciplina y pasión que hemos
desarrollado en el proceso formativo. Hicimos diferentes géneros que
llevaron a reflexionar, a antojarse, a sorprenderse e inspirarse”,
explicó la joven participante Natalia Cifuentes.
El
Tecnólogo en Fotografía y Procesos
Digitales forma a los aprendices para desempeñarse en campos como el
diseño, la publicidad o el arte, permitiendo que se apropien de
conocimientos y herramientas para hacer composiciones, iluminación o
ediciones, entre otras habilidades.
“Este
tipo de espacios oxigenan la industria de la fotografía al
evidenciar nuevos talentos, la riqueza creativa en los jóvenes y
novedosas propuestas que rompen con las apuestas tradicionales”,
señaló
el
fotógrafo Francisco
Torres, con ocho años de experiencia.
Además
de las competencias técnicas aprendidas, los aprendices destacaron
cómo el SENA ha impulsado el desarrollo de habilidades blandas para
realizar trabajos en equipo y bajo presión, manejar la ansiedad, ser
persistentes, tolerantes y vencer el temor a expresarse.