​Jhon Fredy Bohórquez se enamoró de la apicultura mientras estudiaba en San Sebastián, Cauca. Mientras recorría los salones del colegio Agropecuario Nuestra Señora del Rosario durante su adolescencia, comenzó a entender la importancia de las abejas para la existencia.

Su pasión creció e ideó la ruta de vida que hoy lo tiene como un experto internacional con 24 años de experiencia en el tema. Ha aprendido de las abejas la disciplina, el orden y el cuidado hacia el medio ambiente; a la vez, encontró una fuente de ingresos para su familia.

“Yo sabía que, si el mercado de la miel se explotaba y los productos entraban a hacer parte de la canasta familiar, iba a ser una actividad rentable. Yo soy el único empresario que tiene miles y miles de trabajadores y obreros sin pagar recargos nocturnos ni horas extra. Las abejas trabajan si estás o no, ellas no paran. A ellas solo las guías, la vas desarrollando. Es tu empresa; en un cuadro comparativo la miel es más rentable que la misma ganadería”, explica Bohórquez.

Este hombre, que hoy reside en el Cauca y sigue llevando sus conocimientos a Latinoamérica y otros países del mundo, representa a Colombia en diversos escenarios; haciendo énfasis en la necesidad de dejar un legado que permita la conservación de estos insectos polinizadores generadores de vida y cuya existencia se está agotando en el mundo, por ende, también la de la especie humana.

“Las abejas son el sector verde, son las que polinizan y hacen que las plantas se sostengan. Entonces mirar que queremos ser sanos, que nuestra salud también se va deteriorando y que, si comemos sano, vamos a mejorar, hizo que mi trabajo con las abejas también se direccionara a los cultivos que tenemos”, sostiene.

Jhon Fredy tiene una finca con 1530 cultivos de café, variedad Castillo, produce más de 500 kilos con tonalidades dulces y de alta calidad. Todo posible porque permitió que las abejas se relacionaran con sus plantaciones.  

“Queremos decirle a los caficultores nacionales que implementen abejas. Que no usen herbicidas porque están acabando con ellas y, si las acaban, están atrofiando el sistema polinizador de la misma planta”, puntualiza.

Hoy es presidente de Asoapicauca y líder nacional de 100% Apicultura y resalta la importancia de la capacitación continua como una herramienta que permite a las personas estar activas y sentirse importantes, ampliando su capacidad de análisis: “Para ser buen apicultor necesitas desarrollar muy buena observación. Si no la desarrollas, es muy difícil. Y las capacitaciones que se brindan desde el SENA te van llenando esos vacíos y vas acoplando tu trabajo”.