​Aprendices quindianos trabajan en una propuesta de harina funcional que permita atender las necesidades nutricionales del territorio nacional. La investigación nació el año pasado e inició su ejecución en abril del 2024.

Este proceso investigativo es el resultado de un grupo conformado por siete aprendices y cinco instructores, el objetivo es unir de las propiedades alimenticias de la auyama, el plátano y el frijol blanco para formar una harina altamente nutricional.

Estefanía Ramos Benavides, aprendiz del tecnólogo en Producción Agropecuaria Ecológica, es una de las personas que lidera este proyecto. Ella inició como aprendiz vinculada al semillero de investigación en el área de alimentos y actualmente desarrolla su etapa productiva en este escenario, espera convertirse en investigadora junior al salir de la entidad con su certificado.

“Estamos convencidos de que estos escenarios de práctica permiten fortalecer el aprendizaje de los aprendices, además les ofrece tecnología y ambientes donde desarrollan propuestas reales, abriendo una puerta importante hacia el desarrollo científico de los jóvenes”, afirmó Andrés Felipe Hoyos Roldán, dinamizador SENNOVA del Centro Agroindustrial.

Aprendices del Quindío potencian sus habilidades de investigación gracias a los semilleros.

La Iniciativa de la harina nutricional surgió al evidenciar la problemática de desnutrición existente en algunas regiones del país y, además, para fortalecer las cadenas productivas del departamento, generando un valor agregado a la producción agrícola de la región.

Además, propicia la capacitación de los campesinos, para que ellos mismos transformen sus productos en esta harina nutritiva en sus hogares, aportando a la seguridad alimentaria.

“Me parece muy bueno contar con el laboratorio, poder desarrollar un proyecto que ayude a los demás. Vengo desde Cundinamarca hacer mi etapa práctica y me he sentido muy bien en el SENA Quindío, y más porque puedo seguir descubriendo que a través de la investigación podemos solucionar muchas problemáticas”, añadió Sebastián Flórez, aprendiz del tecnólogo en Control de Calidad de la Industria de Alimentos.