​Con acompañamiento del Programa SENA Emprende Rural - SER -, un grupo de indígenas de la comunidad Nasa en la vereda Chindaco, municipio de Caldono, han encontrado en la producción de ladrillos ecológicos una respuesta innovadora a la falta de infraestructura adecuada en su territorio. Su objetivo, impulsar la sostenibilidad ambiental y la autosuficiencia comunitaria.

El origen de la iniciativa radicó en la necesidad de construir un centro de acopio para la Asociación de Productores y Comercialización de Cafés Especiales con Sostenibilidad Ambiental de Caldono (Asproceac), que no contaba con los recursos suficientes para la construcción tradicional.

“No contamos con las infraestructuras adecuadas para el almacenamiento del café. El apoyo de la institucionalidad era muy poco y no nos alcanzaba para la construcción de los centros de acopio; de ahí que después de tocar puertas sin tener éxito, salió la idea de que nosotros mismos pudiéramos realizar una autoconstrucción”, explicó Harol Cometa, emprendedor SER.

A partir de la gestión de Asproceac y el respaldo institucional, como el programa SER, SENNOVA y Tecnoacademia en alianza con la administración municipal de Caldono, Gobernación del Cauca y la Corporación Universitaria Comfacauca, el proyecto avanza con miras a establecerse como empresa familiar y comunitaria que contribuya a la mitigación de impacto ambiental.

“Con las articulaciones interinstitucionales fortalecemos avances en investigación y el trabajo organizativo en procura de impulsar a esta organización familiar al autoempleo y autosustentabilidad”, expuso Eliana Garcés, dinamizadora SER del Centro Agropecuario.

Por el momento, Asproceac la conforman 15 comuneros indígenas Nasa, entre mujeres, hombres, adultos mayores y jóvenes, quienes trabajan la tierra; a la vez la estudian, la mezclan y compactan con una prensa artesanal para obtener ladrillos que en su uso contribuyan a mejorar su calidad de vida y la de los habitantes de Caldono, inicialmente.

Es de destacar que el sector de la construcción ecológica se ha fortalecido a lo largo de los últimos años a causa del deterioro ambiental que causan los sectores tradicionales. Estos ladrillos ecológicos se diferencian de los convencionales, puesto que usan elementos naturales y poca agua, que al compactarse solo requieren de secado; minimizando así el impacto ambiental.

Asproceac continúa avanzando en la gestión de infraestructura, equipos técnicos e investigaciones; así como en el respaldo interinstitucional que les permitirá pasar de 200 ladrillos diarios a más de 20000 en un mes.

Miembros de la comunidad Nasa en Caldono, Cauca, trabajan en la producción de ladrillos ecológicos, una iniciativa apoyada por el SENA.